El artículo realiza un diagnóstico del conflicto entre carnívoros y ganado en cuanto al daño económico sufrido por crianceros y las especies involucradas; y analiza la efectividad del uso de perros protectores de ganado tanto como una forma de disminución de pérdidas de ganado por depredación, como así también, para ser utilizada por crianceros como una herramienta de conservación de carnívoros nativos. El trabajo resume 8 años de experiencia y fue liderado por la ONG Wildlife Conservation Society Argentina, participando el CEAN como institución colaboradora a través de la Dirección de Ecosistemas Terrestres.

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Resumen:

El conflicto entre carnívoros nativos y ganado en Argentina es manejado principalmente matando carnívoros, una estrategia ineficiente para proteger ganado y con consecuencias ecológicas negativas. En el norte de Patagonia, donde productores de escasos recursos crían cabras y ovejas, este conflicto es la mayor amenaza para el gato andino (Leopardus jacobita). Para mitigar el conflicto y conservar a este felino satisfaciendo las percepciones y condicionamientos de pobladores rurales encuestamos a los productores y probamos un método de protección utilizando perros mestizos que se crían con el ganado. Las mayores pérdidas reportadas de ganado se debieron al zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) y puma (Puma concolor). De 2005 a 2013 la crianza de 58 perros por 45 productores (rebaños promedio de 379 cabras, DE=184) entrenó satisfactoriamente 28 perros (48% de éxito). Dieciséis de 18 crianceros (89%) con perros protectores reportaron reducción en ataques a ganado y 86% dejaron de cazar carnívoros nativos. En un grupo control de 9 productores sin perros, 8 (89%) reportaron similar o mayor depredación de ganado y todos continuaron cazando carnívoros nativos. El costo anual promedio de mantenimiento de cada perro fue 183 dólares, 7% de las pérdidas promedio de ganado. Los perros mestizos utilizados fueron de menor tamaño (15-20 kilos) y más económicos para mantener que razas protectoras tradicionales (30-55 kilos). Su éxito reduciendo pérdidas estimadas de ganado y caza de carnívoros nativos dependió especialmente del interés y capacitación de los productores para entrenarlos, ambos facilitados por la difusión de la experiencia de productores exitosos.